El Afecto ...
Es
una de las mayores necesidades del ser humano e imprescindible para nuestra
supervivencia. Nos convierte en seres fuertes y es
una necesidad eterna, hasta el final de los días.
Todos tenemos la capacidad de
intercambiar afecto. Aunque hay personas
que lo dan sin esperar nada a cambio, pero hay otras que solo están dispuestas
a recibirlo.
La persona
que no puede demostrar su afecto a quienes le rodean, seguramente es incapaz de
quererse y aceptarse realmente.
No
sabemos la causa de dicha necesidad, ni la mayoría de nosotros reconocemos esa carencia que en muchas
ocasiones habita en nuestro interior…bien
por miedo o vergüenza o incapacidad de abrirnos a las relaciones afectivas.
No es suficiente con proteger, cuidar, curar y
enseñar, sino que además, hay que hacerlo con afecto en todo momento.
También podemos decir que es la base de la vida
social, por lo que vivimos en grupos, formamos familias, amigos, empresas, sociedades,
pueblos o ciudades. Vivir en grupo ofrece más probabilidades de supervivencia.
Todo ser humano o animal precisa en alguna ocasión
de alguien a su lado … o no?
Nuestras capacidades individuales para vivir en
solitario son escasas, ya que nuestra dependencia es mayor de lo que
imaginamos. Como consecuencia, la carencia de afecto puede ser la causa de enfermedad
y muerte.
Las necesidades afectivas no son iguales en todas
las edades.
Cuando hay más necesidad de afecto, es en los
primeros años de vida (bebes) y en la tercera edad (ancianos) ya que somos o
nos volvemos indefensos y dependientes.
Afecto o ayuda es trabajo en beneficio de otro.
Es curioso pero cuando prestamos afecto a otra
persona trabajamos en su beneficio y perdemos energía en su favor. Hay seres
humanos que no disponen de la energía necesaria para cubrir de afecto. Bien
porque la capacidad afectiva de cada uno está limitada y disponible o porque es
utilizada en otras causas.
Las relaciones afectivas influyen directamente
sobre la salud de los seres humanos.
La persona
que no puede demostrar su afecto a quienes le rodean, seguramente es incapaz de
quererse y aceptarse realmente.
Según
un estudio realizado en la universidad de Duke en Estados Unidos …
el hecho de no recibir abrazos y caricias en la niñez, hace
que mueran millones de neuronas en el cerebro ante la ausencia
del contacto físico necesario.
Cualquier
tipo de contacto, que resulte confortable, aporta bienestar.
La
compañía, la atención y el cariño son vitales para los ancianos que en la mayoría de
las veces, se sienten solos al sufrir de aislamiento por parte de la familia y
seres queridos.
Según investigadores, se
ha llegado a la conclusión de que la soledad junto con la indiferencia y la falta de afecto,
se asocia al deterioro de la salud mental y enfermedades cardiovasculares,
hipertensión o demencia. Como también puede desembocar en depresión, enfermedad
o muerte prematura.
Así como es importante dar afecto…también lo es recibirlo.
Sentir
afecto y cariño por parte de otros, te da impulso a seguir adelante.
y
cuando lo dassssss…es maravillosoooooooo !!!
el
sentirse útil para alguien, te llena y experimentas una gran satisfacción.